En la costa peruana 7 de cada 10 pescados son vendidos con otro nombre
febrero 9, 2021
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- La investigación, realizada por Oceana Perú y Pro Delphinus, analizó 1025 muestras de pescados recolectadas en 75 puntos de venta (mercados, supermercados y restaurantes) de Lima, Chiclayo y Piura.
- Por tercer año consecutivo, este informe evidencia carencias en el control hidrobiológico del comercio y consumo de especies marinas, impactando negativamente en la economía de los consumidores y en la biodiversidad de nuestro mar; y contribuyendo a la pesca ilegal.
- Las especies mayormente sustituidas fueron la cabrilla, la cojinova y el lenguado. Mientras que las especies que más se usaron para reemplazar a otras fueron la lisa, el perico y el falso volador.
Lima, febrero de 2021.- En el Perú, en promedio, el 67% de pescados es comercializado bajo otro nombre y sustituido de manera fraudulenta. Esto significa que, aproximadamente, 7 de cada 10 pescados son vendidos con otro nombre, según los resultados del nuevo informe realizado por las organizaciones de conservación marina Oceana Perú y ProDelphinus.
El estudio analizó 1025 muestras recolectadas en las principales ciudades costeras del país identificando el reemplazo de especies en 75 puntos de venta, entre restaurantes, supermercados y mercados distritales, de Lima (La Punta, La Victoria, Miraflores, San Borja y Surquillo), Chiclayo y Piura. Los resultados son alarmantes: el 67.4% de pescados es vendido bajo otra denominación, es decir, hubo sustitución en aproximadamente 7 de cada 10 muestras sometidas al análisis de ADN.
Particularmente en Lima, el fraude alcanza hasta el 80% en los restaurantes de Lima, siendo el perico, la lisa y el falso volador, las especies más vendidas bajo otra denominación. Por ejemplo, se identificó que, al pedir un ceviche de mero, es sustituido por perico; a su vez, la cabrilla suele ser reemplazada por lisa; y la cojinova por el falso volador.
“Este engaño, definitivamente, afecta la economía del consumidor y el derecho de comer lo que se está eligiendo; más si tomamos en cuenta que nos encontramos en medio una pandemia mundial. Por ejemplo, se paga unos 100 soles por un kilo de mero cuando en realidad te están dando basa, que cuesta aproximadamente 13 soles el kilo, es decir, pagas 87 soles demás”, explica Joanna Alfaro, directora de ProDelphinus.
Esto se debe al parecido físico que tienen las especies, lo cual puede llevar a un error o a un fraude deliberado, considerando que, en la mayoría de los casos, el consumidor no está preparado para reconocer qué especie de pescado está comprando o comiendo. Este reconocimiento es mucho más difícil cuando el pescado está preparado, por eso vemos que el mayor fraude ocurre justamente en los restaurantes (80%).
Clic en la imagen para ver el informe
¿Qué podemos hacer?
La cadena de comercialización de pescados en el Perú involucra a una diversidad de actores, desde la captura en el mar hasta llegar al consumidor final. La identificación de especies se hace de forma declarativa, en base al conocimiento de pescadores, comercializadores y los nombres de las especies cambian según el lugar dónde son desembarcadas.
Para Juan Carlos Riveros, director científico de Oceana Perú, es necesario establecer un sistema de trazabilidad que permita rastrear los recursos en cada punto de la cadena de comercialización y que exija a los intermediarios reportar información sobre qué, cómo, cuándo y dónde se pesca, se procesa y venden los recursos marinos.
“Este sistema debería incluir información de la especie en formato electrónico, en todo el proceso del pescado del mar a la mesa. Asimismo, generar un número de documento único de pesca, nombre científico de la especie, método, peso, lugar y fecha de captura”, agrega Juan Carlos Riveros.
Otras propuestas que se plantean desde Oceana Perú y ProDelphinus son: la promoción de un mayor conocimiento de las especies existentes en el mar peruano, para lo cual es necesario desarrollar campañas de intervención basadas en la toma de muestras por parte de ciudadanos, la llamada ciencia ciudadana. Asimismo, diseñar guías o aplicaciones para teléfonos inteligentes dirigidas al ciudadano con el fin de facilitar el reconocimiento y la diferenciación de las especies.
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