El Congreso de la República pretende aprobar proyecto de ley que ampliaría la puerta al desvío ilegal de la anchoveta
abril 1, 2021
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Lima, marzo 2021.- De acuerdo al Proyecto de Ley Nro. 6080/2020-CR propuesto por la Comisión de Producción del Congreso de la República, se busca promover la competitividad e igualdad en la industria de producción de harina de pescado residual, priorizando los residuos de anchoveta, pero lo que en realidad alienta es el desvío ilegal de este recurso.
De aprobarse este proyecto de ley, que cuenta con opinión desfavorable del Ministerio de la Producción, las plantas de reaprovechamiento podrían procesar residuos de la anchoveta incluso en aquellos lugares donde estos ya están siendo procesados por plantas de harina residual, y no solo en ausencia de estas como en la actualidad. De esta manera, se estarían incrementando los lugares que tendrían licencia para procesar residuos de anchoveta, generándose un exceso de capacidad instalada respecto a los residuos que resultan de las aproximadamente 135 mil toneladas de anchoveta para consumo humano directo que se extraen al año. Por lo tanto, se estaría abriendo un camino para el desvío ilegal de la anchoveta fresca hacia la producción de harina de pescado.
“La anchoveta es un recurso plenamente explotado, por lo tanto, su pesca está restringida y no hay acceso a nuevas embarcaciones. Lo mismo ocurre con el procesamiento de harina de pescado para el que tenemos ya un exceso de capacidad instalada. En lugar de promover la ampliación de actividades de procesamiento de harina residual, lo que necesita el país es fortalecer la cadena de valor de la anchoveta de consumo humano como aporte a la seguridad alimentaria del país” explica Carmen Heck, directora de Políticas de Oceana en Perú.
Otro aspecto preocupante del mencionado proyecto de ley es que, en la exposición de motivos, se señala que la anchoveta no se encuentra sobreexplotada, basándose en las capturas registradas durante el periodo 2015-2019 que han sido menor que la cuota autorizada, señala Carmen Heck, al momento de explicar que esta afirmación es equivocada, ya que no llegar a pescar la cuota de captura esto puede ser más un indicio de que la abundancia del recurso se ha visto afectada por condiciones oceanográficas adversas.
Por ello, el Ministerio del Ambiente opinó que “de aprobarse la propuesta legislativa se ampliaría el número de las plantas de reaprovechamiento para elaborar harina de pescado y con ello se incrementaría la demanda de anchoveta para estos fines lo cual pondría en riesgo la sostenibilidad del recurso anchoveta”.
Además, el mencionado proyecto de ley, desconoce la capacidad del Estado, a través del Ministerio de la Producción, de establecer regulaciones orientadas a la sostenibilidad en el aprovechamiento de este recurso. Con el criterio usado en este Proyecto de Ley, ninguna regulación pesquera sería válida porque supuestamente afectaría la libertad empresarial, argumento inaplicable (aquí y en cualquier parte del mundo) cuando se trata de regular el aprovechamiento de recursos naturales, como la pesquería.
Para Oceana, este proyecto de ley debe ser archivado porque deja de lado la prioridad y obligación del Estado de promover la actividad pesquera para consumo humano directo y la pesca artesanal. También porque se estaría generando un incentivo perverso para el desvío ilegal de la anchoveta de consumo humano directo para ser usada en la producción de harina de pescado.
Datos de interés: · Según la investigación “Producción ilegal de la harina de pescado en el Perú” realizada por Oceana, en el país cada año se desvían en promedio 150 mil toneladas de anchoveta fresca para la produccion de harina de pescado de las cuales una gran proporción no están registradas.
· La misma investigación identificó 62 centros de producción ilegal de harina de pescado en el Perú en la costa norte y centro del país.
· Hasta hace menos de una década, el consumo directo de anchoveta en el Perú era casi nulo. Este ha crecido en los últimos años, pero alrededor del 98% del volumen capturado (4 a 6 millones de toneladas al año) se destina a la alimentación animal