agosto 9, 2024
Un “gato marino” en la costa peruana
BY: Oceana
Topics: Las 5 millas
El gato marino (Lontra felina), conocido también como chungungo, es una de las tres especies de nutrias que pueden encontrarse en distintos lugares de nuestra costa. Actualmente, su hábitat ha cambiado por efecto de las actividades humanas, lo que pone en riesgo su supervivencia. Por ello, según el Decreto Supremo 004-2014-MINAGRI, es considerada como una especie amenazada. Estos son algunos datos curiosos sobre este animal.
Tiene más de un hábitat
Las evidencias científicas confirman que, generalmente, la nutria marina habita en las peñas y zonas rocosas de la costa. Los límites de su hábitat consideraban la isla Lobos de Tierra por el norte, entre las regiones de Piura y Lambayeque, pero recientemente se ha definido su distribución hasta Áncash y La Libertad.
Las actividades de esta especie se desarrollan a 100 y 150 metros mar adentro y 30 metros tierra adentro. Sin embargo, también se la ha observado en muelles, naufragios, botes de pesca abandonados y playas arenosas. Asimismo, este mustélido puede estar ausente a lo largo de varios kilómetros de costa por la geografía marina, espacios sin rocas ni cuevas, y por la expansión urbana y recreativa. Las alteraciones en los hábitats de este tierno animal se deben al aumento de la infraestructura en el litoral peruano.
Es posible que se haya extendido su distribución
La distribución de la nutria marina ha variado a lo largo del tiempo. Los primeros registros indicaban que se distribuía hasta la isla Lobos de Tierra, entre las regiones Piura y Lambayeque. Sin embargo, estudios más recientes han confirmado que su presencia se ha extendido hasta Chimbote, desde hace aproximadamente 20 años. Existen registros de avistamiento en Huanchaco, lo cual no significa que sean colonias establecidas. Cabe señalar que la distribución de la especie siempre ha sido fragmentada y determinada por la disponibilidad de roqueríos y cuevas que no son comunes en el norte del país.
Busca refugio en los ríos
Ante el avance de las actividades humanas en las zonas costeras, se han hecho avistamientos de la nutria marina en estuarios y áreas río adentro. En la región Arequipa, ha sido observada en los ríos Camaná y Ocoña y en las partes intermedias de las cuencas de los ríos Cotahuasi y Colca. Estos refugios fluviales se deben a la poca población humana; les ofrece protección a grandes distancias de la costa.
Es una especie “oportunista”
En cuanto a su alimentación, la nutria marina es “oportunista”, puesto que las presas más comunes de su dieta son las que se encuentran en mayor abundancia en el ambiente. En ese sentido, selecciona su alimento por la disponibilidad y no por términos energéticos. Por ejemplo, los crustáceos son parte de su dieta principal, pero le aportan escasa cantidad de energía. Si habita en los ríos, puede alimentarse de camarones y peces como truchas y pejerreyes.
La nutria marina es un depredador de invertebrados bentónicos, especies que se caracterizan por tener poca movilidad. En efecto, son de fácil captura para este mustélido. Para alimentarse en el agua, nada boca arriba tomando impulso con la cola y extremidades inferiores. Esta posición le permite colocar la presa sobre el pecho y sostenerla con las extremidades posteriores. Entre otras especies que conforman su dieta, se pueden mencionar equinodermos, gasterópodos y aves en poca cantidad.
¿Perú protege a la nutria marina?
De acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la nutria marina se encuentra en peligro de extinción, mientras que la legislación peruana la considera como una especie silvestre amenazada. Las áreas naturales protegidas marinas que la acogen son la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras, Reserva Nacional de Paracas y Reserva Nacional de San Fernando. Las medidas de conservación también se deben aplicar a escala regional, ya que la nutria marina habita en Chile y Argentina.
Se enfrenta a condiciones adversas
La principal amenaza para la nutria marina hasta fines del siglo XX fue la caza intensiva. Hoy, enfrenta riesgos derivados de las actividades humanas, como la contaminación por la minería, la industria pesquera y los desagües. Además, se expone a otras especies como perros, gatos y ratas como producto de los procesos de urbanización cerca a las costas. Cuando la nutria marina se refugia en los muelles artesanales, es vulnerable a focos infecciosos como restos de basura y desperdicios. Como se puede ver, la interacción con humanos es altamente peligrosa para su subsistencia.