junio 27, 2016
Tiburones, depredadores indispensables para la salud de los océanos
Los tiburones llevan nadando en los océanos del mundo por más de 400 millones de años, 100 millones de años antes de que los primeros dinosaurios poblaran la Tierra. Pero hoy en día, las poblaciones de tiburones están en declive por la pesca comercial, a tal punto que algunas especies están en peligro de extinción.
Cada año, más de 100 millones de tiburones son asesinados. Esto incluye 10 millones que son cazados solo por sus aletas, uno de los productos marinos más cotizados del mundo.
Desafortunadamente, los tiburones han sido encasillados en el estereotipo de feroces asesinos en busca de carne humana. Sin embargo, en realidad deberíamos temerle a un mundo sin tiburones.
Como depredadores tope, los tiburones ayudan a mantener la salud de los ecosistemas marinos. Mientras el número de tiburones siga decreciendo, los océanos sufrirán impredecibles y devastadoras consecuencias. La salud de los océanos depende indudablemente de los tiburones.
Los tiburones suelen estar en la cima o ser los depredadores tope en sus ecosistemas, ya que ellos tienen poco depredadores naturales. Los depredadores tope limitan las poblaciones de sus presas, las que a su vez influyen en el balance poblacional de sus propias presas. Los tiburones se alimentan de los animales que están debajo de ellos en la cadena alimentaria, así ayudan a regular y mantener el balance de los ecosistemas marinos.
La dieta de la mayoría de depredadores tope es variada, esto les permite cambiar su menú sin problemas cuando haya poca cantidad de ciertas especies. De este modo permiten ayudan a sus presas a subsistir.
Los depredadores en la cúspide de la cadena alimenticia, afectan las dinámicas poblacionales y pueden controlar la distribución espacial de sus potenciales presas mediante la intimidación.
El temor a ser presa de los tiburones hace que algunas especies alteren el uso de sus hábitat, su nivel de actividad y dando lugar a cambios en la abundancia en niveles inferiores de la cadena alimentaria o trófica. Así, los tiburones tienen un efecto en cascada en los ecosistemas, influenciando la estructura de la comunidad.
La comparación entre zonas con y sin depredadores demuestra que estos proporcionan no solo mayor variedad de especies sino también una alta densidad de individuos, mientras las áreas sin depredadores experimentan ausencia de ciertas especies. Sin los depredadores tope, especies en un nivel más bajo de la cadena alimentaria pueden comer sin control, especies herbívoras pueden consumir en exceso la vegetación y se puede incrementar la competencia que afecta la riqueza y abundancia en el ecosistema.
Los depredadores, incluyendo muchas especies de tiburones, son un componente necesario para el mantenimiento de un ecosistema complejo lleno de diversidad y de vida. Además de regular la abundancia de especies, distribución y diversidad, los principales depredadores proporcionan fuentes de alimentos esenciales para los carroñeros y eliminan los individuos enfermos y débiles de las poblaciones.