mayo 21, 2021
Reserva Nacional Dorsal de Nasca: ¿Un nuevo parque de papel en América Latina?
BY: Oceana
Topics: Areas Marinas Protegidas
Expertos internacionales dialogaron sobre la necesidad de proteger esta cordillera submarina, uno de los últimos ecosistemas prístinos de los océanos.
La propuesta de Reserva Nacional Dorsal de Nasca está a punto de ser realidad, pero la protección de esta cordillera submarina no estará del todo asegurada y su reconocimiento como Área Marina Protegida ante el mundo corre serio riesgo si se mantienen medidas que contradicen las normas nacionales y los criterios internacionales de conservación.
Para discutir la importancia y beneficios de esta cadena de montes submarinos, Oceana y el Centro de Investigación Océano Sustentable (IOS) realizaron una conferencia en línea multidisciplinaria con especialistas de la región.
Entre ellos, Carlos Gaymer, quien ha tenido la oportunidad de explorar las cordilleras submarinas Dorsal de Nasca y de Salas y Gómez. Él relató que en sus expediciones pudo comprobar la riqueza de estos ecosistemas prístinos.
“Basta con un viaje, de los muchos que hemos hecho, para darnos cuenta que este lugar es un tesoro de importancia global. No hay otro lugar en el planeta con la biodiversidad y características de estos ecosistemas”, señaló Gaymer, quien actualmente es Director del Centro de Investigación en Ecología y Manejo Sustentable de Islas Oceánicas.
“En ninguna parte del planeta con los niveles de endemismo (especies solo registradas en ese lugar) que se encuentran en las cordilleras submarinas”, añadió.
En esa línea, Yolanda Kakabadse, exministra del Ambiente de Ecuador y expresidenta de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), enfatizó la meta global de proteger el 30% de los océanos al 2030 y la contribución que significará la Reserva Nacional Dorsal de Nasca.
“Si no reservamos unos espacios de los océanos para convertirlos en el nido de la producción para seguir pescando, estamos asegurando la destrucción de este ecosistema que es vida. Sin los océanos no hay vida”, dijo al respecto. Empero, destacó que los procesos de creación de áreas protegidas requieren de negociación.
“Hay que tomar en cuenta los beneficios de la rentabilidad de la conservación. Si se declara esto como reserva se cumplirá con las metas internacionales, esto beneficia a la humanidad y al Perú, pero también el sector pesquero. Es super importante que junto con la propuesta de conservar haya una propuesta de negociación con todos los sectores, con esto se puede definir cómo beneficiar a la mayor parte de actores. La decisión no solo es del gobierno. En América Latina tenemos demasiadas áreas protegidas que son de papel.”, puntualizó.
Los panelistas discutieron en torno a la zonificación vertical propuesta para esta reserva nacional, que contendrá una zona de aprovechamiento directo, de la superficie marina hasta los 1000 metros de profundidad, y un área de protección estricta, que va de los 1000 a 4000 metros.
Para César Ipenza, abogado especializado en materia ambiental, observó que en ambas zonas se permitirían actividades pesqueras en contra de las normas nacionales, siendo un referente pernicioso para todo el sistema de Áreas Naturales Protegidas (ANP) del país.
“Me llama mucho la atención que la propuesta de Decreto Supremo permita excepcionalmente la pesca industrial, esto va en contra del Reglamento de la Ley de Áreas Naturales Protegidas, que prohíbe actividades de mayor escala dentro de las ANP, cualquiera sea el nivel”, manifestó.
Ipenza, también señaló que dar una excepción para la pesca de bacalao en la zona de protección estricta va en contra de la Ley de Áreas Protegidas, pues estas zonas son ecosistemas poco o nada intervenidos que incluyen especies únicas y raras, como sucede con la Dorsal de Nasca, por lo que deben estar libre de factores externos. “Tan solo se pueden realizar actividades propias del manejo, monitoreo y excepcionalmente la investigación científica”.
Desde la perspectiva de Mariano Gutiérrez, Director Científico del Instituto Humboldt de Investigación Marina y Acuícola, existe poco impacto de la actividad pesquera en los primeros 1000 metros sobre las especies de profundidad. “Creo que sí se puede permitir la pesquería artesanal y hay una sola pesquería de mayor escala de jurel y caballa. Si bien existen estadísticas de captura, no están disponibles al público”, expresó.
A la par, consideró que se debe reformar el principal instrumento para la gestión del bacalao de profundidad, el Reglamento de Ordenamiento Pesquero. “El permiso de pesca no permite al titular capturar dónde quiere. Todas las pesquerías tienen restricciones y la del bacalao las debe tener también”.
“Creo que en el Plan Maestro de la Reserva se tendrían que incluir planes de manejo específicos, limitando la pesca en áreas donde han operado históricamente, pero SERNANP (El Servicio Nacional de Áreas Nacionales Protegidas) debería imponer sus condiciones y restricciones”, adicionó.
Finalmente, para el chef José Del Castillo, Presidente de Peruanos Unidos por la Comida y la Alimentación (PUCA), consideró que la credibilidad ganada por el país gracias al llamado “boom gastronómico” se apoya también en la pesca y consumo responsable, así como en la preservación del patrimonio natural.
“Algo muy importante para esta credibilidad es la vigilancia. El exigir que los reglamentos y normas sean vigilados. Como bien indican, estos son espacios donde no todo el mundo tiene acceso, si no hay vigilancia y control no existe”, comentó Castillo.
Al cierre del evento, Mauricio Larach, Director del Centro de Investigación Océano Sustentable y moderador de la charla, realizó un llamado a pensar cómo queremos ver a futuro a nuestros países y el papel de la conservación en ello. “Tenemos la convicción de que la conservación es parte del engranaje del motor del desarrollo, no algo que está en contra, esto es el concepto de la economía azul”, concluyó.