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agosto 26, 2024

Perú en la Antártida: aportes a la conservación

BY: Oceana

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Crédito: Denisse Sotomayor

Nuestro país tiene una experiencia de 36 años en el estudio de la Antártida a través de expediciones y la Estación Científica Machu Picchu. Patricia Ayón, bióloga del Instituto del Mar del Perú (IMARPE), resalta la importancia del ecosistema antártico y da detalles sobre la presencia del país en el Continente Blanco.

El posicionamiento de Perú en la Antártida tiene como objetivo estudiar, conservar y consolidarse como un país referente en la investigación científica de este ecosistema. En 1988 se realizó la primera expedición y en 1989 se construyó la base Machu Picchu. A la fecha, académicos y académicas de diversas instituciones se han interesado en el tema antártico.

Patricia Ayón es bióloga del IMARPE y actualmente coordina el Área Funcional de Investigaciones en Oceanografía Biológica, que pertenece a la Dirección General de Investigaciones Oceanográficas y Cambio Climático de la mencionada entidad. Ha participado en expediciones a la Antártida en buques peruanos e internacionales y ha realizado múltiples publicaciones académicas. Hoy nos cuenta sobre la experiencia del país en el continente blanco.

Estación científica Machu Picchu, Ensenada Mackellar, Bahía Almirantazgo, Isla del Rey Jorge, Antártida | Crédito: Denisse Sotomayor

¿Por qué el estudio de la Antártida es clave para la conservación?

Considero que hacer investigaciones en la Antártida es muy importante porque es un ecosistema que tiene condiciones extremas. Los organismos que en ella habitan han desarrollado adaptaciones durante miles y miles de años para poder soportar esas condiciones extremas, tanto de temperatura como de iluminación. Hay períodos donde no ingresa la luz solar y, por lo tanto, la productividad primaria se ve bastante reducida. Entonces el alimento puede escasear. Por ser un ambiente extremo se ven ciertas particularidades, pero a pesar de eso hay vida, una vida curiosa en algunas especies que son sorprendentes. Hacer investigación en la Antártida nos da cierto posicionamiento. Como país es estratégico mantener los estudios en ese lugar.

¿Por qué es necesario tener información sobre el kril antártico?

Es clave porque es el alimento principal del ecosistema. Es un alimento intermedio entre los niveles superiores e inferiores porque consume fitoplancton y luego es ingerido por pingüinos y ballenas. El alimento favorito de las ballenas es el plancton, pero en realidad el plancton está constituido principalmente por kril. También es alimento para aves. Es la pieza clave del ecosistema en la Antártida.

¿Qué particularidades tiene la estación Machu Picchu?

La base Machu Picchu tiene una zona habitable, donde viven los investigadores y el personal que le da mantenimiento. Normalmente, primero va un grupo encargado de prepararla y acondicionarla antes de que lleguen los investigadores. La base cuenta con habitaciones para personal científico y de apoyo, tiene calefacción adecuada y dos laboratorios que están separados de la base. También tiene otra zona para reciclar la basura y acopiar porque obviamente todos los desechos que se generan durante las expediciones tienen que regresar al continente. Entonces hay toda una logística para transportar los residuos. Al inicio, la base fue construida para que vivieran 30 personas, pero recientemente me informaron que podían estar hasta 42 o 43 aproximadamente. La campaña dura 2 o 3 meses, durante el verano austral que comprende enero y febrero.

Redes de colecta de kril | Crédito: Denisse Sotomayor

Crédito: Denisse Sotomayor

¿Cuáles son los objetivos que se tienen a corto y largo plazo con la estación Machu Picchu?

Hay un plan que viene gestionando la Cancillería para la construcción de una nueva base Machu Picchu. La idea es tener una base con nueva tecnología para que el personal científico pueda permanecer por más tiempo. Por ejemplo, los polacos, brasileños y chilenos permanecen todo el año en sus bases haciendo experimentos y dándole mantenimiento. Cuando se acaba la campaña de Perú, todo se cierra. Con las temperaturas tan bajas, si a algo no se le da mantenimiento, se comienza a maltratar. El hecho de tener una base científica más moderna y con nueva tecnología va a permitir otros tipos de investigaciones.

¿Cuál es la situación de la formación de científicos peruanos especializados en el estudio de la Antártida?

A pesar de que ya tenemos 30 expediciones, pienso que recién se están dando pasos más sólidos para poder tener un posicionamiento más importante. Creo que en los últimos años la Cancillería sí ha hecho un esfuerzo por estandarizar y elevar un poco el nivel de las investigaciones que venimos desarrollando en la Antártida. Hay cosas que solamente ocurren ahí y creo que es muy importante que futuros peruanos sigamos teniendo la oportunidad de investigar y que en algún momento tengamos nuestro Instituto Antártico Peruano. Alguna vez lo tuvimos, pero lo absorbió la Cancillería. Para dedicarse a investigar a la Antártida hay que tener un 100% de nuestro tiempo. Por eso debería reactivarse un instituto antártico con personal científico que se dedique exclusivamente a la investigación en la Antártida.

¿Cómo aporta a Perú las alianzas con otros países presentes en la Antártida?

Todos los países que forman parte del Tratado Antártico están comprometidos a ayudar a otros miembros. Perú, dentro del grupo de investigadores, lleva a argentinos, polacos, belgas, entre otros, quienes no exactamente tienen las mismas actividades oficiales, pero usan las embarcaciones peruanas para hacer sus estudios y viceversa. Hay peruanos que participan en campañas de argentinos. También observamos que la Cancillería emite invitaciones para participar en programas antárticos de otros países. A través de la cooperación se está logrando capacitar a los investigadores.

¿La Antártida tiene relación con el mar peruano?

Definitivamente sí hay una conexión entre las aguas antárticas y las aguas de Perú. Eso implica que algunas especies que viven en la Antártida tengan una proyección hacia aguas peruanas. Por ejemplo, las ballenas jorobadas, durante la época de invierno, llegan a las costas de Perú para reproducirse y alimentarse. Al pasar por aguas peruanas, se alimentan de kril, porque nosotros también lo tenemos, aunque no del tamaño que se suele encontrar en la Antártida. También hay otra especie que se llama bacalao de profundidad y se asocia a las aguas profundas de la Antártida. Sin embargo, frente al mar peruano, a 800 o 600 metros, viene haciéndose una extracción de esta especie.

Crédito: Denisse Sotomayor