agosto 4, 2023
Pronunciamiento | Ante la presencia de hidrocarburos en nuestro mar exigimos una respuesta urgente de nuestras autoridades
El 31 de julio pasado, pescadores artesanales de Ancón reportaron la presencia de residuos oleosos en la superficie del mar. Al día siguiente, los vecinos de Ventanilla denunciaron la presencia de restos de hidrocarburos similares a los causados por el derrame de La Pampilla en enero 2022. El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) ha tomado muestras de agua y sedimentos para determinar la naturaleza del contaminante e, identificar a los responsables de la contaminación, pero hasta la fecha no tiene ningún resultado concreto.
La empresa RELAPASAA (Refinería La Pampilla S.A.A.), ha hecho público un comunicado afirmando que no está relacionada a este nuevo episodio. Sin embargo, como ha señalado el OEFA, durante la evaluación reciente de 78 formaciones costeras (Ventanilla, Santa Rosa, Ancón, Chancay, Aucallama y Huacho) se encontraron residuos de hidrocarburos en 19 de ellas.
Ante esta grave situación es importante que el Estado asuma su rol de defensa de la vida y los derechos de los peruanos. A continuación, planteamos cuatro acciones urgentes:
- Asegurar que el proceso de identificación de la naturaleza y fuentes de los contaminantes se realice a la brevedad posible y que los resultados sean comunicados de manera transparente.
- Establecer un sistema de alerta temprana para que las autoridades no demoren en atender este tipo de emergencias.
- Incluir este evento en el registro de emergencias en el Sistema de Información Nacional para la Respuesta y Rehabilitación – SINPAD con la participación de los gobiernos locales y el Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI) para la atención de personas, actividades y sitios afectados.
- Informar de manera permanente a la población local acerca de los avances en el proceso de remediación de las playas afectadas por el derrame de enero 2022 y las acciones complementarias requeridas para reactivar la economía local.
La gravedad y el potencial impacto negativo de este evento, tanto en la salud como en el bienestar económico y mental de miles de peruanos, exige una respuesta urgente por parte de las autoridades. Adicionalmente, urgen acciones de prevención sólidas y honestas que eviten la revictimización de los afectados por el derrame de petróleo del 15 de enero del 2022.