enero 9, 2023
Lobos marinos varados en la playa: ¿son una amenaza o están en peligro?
BY: Oceana
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Una vez más llegó la temporada de verano: sombrillas, reuniones en la playa y lobos marinos. ¿Lobos marinos? Sí. Cada verano, estos animales aparecen (algunas veces varados) a lo largo de la costa peruana, encontrándose con miles de personas que no saben cómo ayudarlos. ¿Qué hacer en estos casos? Aquí lo aclaramos.
En el Perú habitan dos especies de lobos marinos: el lobo chusco (Otaria byronia) y lobo fino (Arctocephalus australis). Estos animales, que pueden llegar a pesar cientos de kilos y medir hasta dos metros, nadan en las frías aguas costeras del Océano Pacífico y el Atlántico, y sus colonias pueden encontrarse en casi todo el litoral peruano. A pesar de que lobos chuscos y finos pueden asemejarse en su peculiar forma de caminar, cada una cuenta con características diferenciales.
Los lobos marinos chuscos (Otaria byronia)
También conocidos como lobos marinos peruanos, suelen tener un pelaje entre gris plomo y gris perla. Mientras que los machos tienen el pelo más largo alrededor del cuello y la cabeza, las hembras presentan un pelaje gris rojizo en el abdomen. Estas especies viven en colonias formadas por grupos de hembras que están distribuidas en los territorios protegidos por machos adultos.
Una característica interesante de esta especie es que tiene una nariz mucho más gruesa en comparación con otros lobos marinos. Los machos adultos suelen pesar alrededor de 300 kilos, el doble que las hembras, y medir entre 2 y 2.5 metros, además de llevar una melena de pelo castaño rojizo sobre el cuello, por lo que son comúnmente llamados leones marinos.
Su esperanza de vida es de 20 años, aunque a veces los factores ambientales como la disponibilidad de alimentos, la caza y las condiciones meteorológicas extremas pueden acortar su vida. En cambio, los lobos marinos que viven en cautiverio, zoológicos o acuarios, pueden llegar a vivir hasta 30 años, gracias a su fácil acceso a alimentos, atención médica y condiciones de vida seguras.
En el 2020 se estimó la población de lobo chusco en Perú es de 105,774 individuos, 14% menos que en el 2019. Los sitios con mayor abundancia de individuos fueron Morro Quemado, Ica, con 27,428 individuos, e Isla San Gallán, Paracas, con 20,251 individuos. Ambas localidades albergan el 45.08% del total de la población nacional de lobos chuscos.
Los lobos marinos finos (Arctocephalus australis)
También llamado lobo de dos pelos y oso marino se caracteriza por presentar en su piel dos capas de pelos: una interior constituida por pelos finos y cortos, distribuidos en forma compacta y de tacto suave; y una externa, de pelos gruesos, cerdosos, largos y bicolores. El color predominante de este animal es el gris oscuro, casi negro.
Por un lado, los machos presentan pelos más largos en la parte posterior de cuello y cabeza, formando una especie de “cresta” (aunque no llega a ser como la melena del lobo marino chusco). Por otro, las hembras pueden presentar coloraciones de gris rojizo en el abdomen.
Se trata de un animal con importante dimorfismo sexual: los machos alcanzan 2 metros de longitud y pesan hasta 200 kilos, mientras que las hembras miden a lo mucho 1.50 metros y no pesan más de 60 kilos.
En Perú, a esta especie la podemos encontrar con mayor presencia en la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras. De hecho, en Punta San Juan está la colonia de lobos finos más grande del Perú, que actualmente llega a más de 3000 individuos.
Los hombres y el lobo
Tanto lobos marinos chuscos como finos tienen la capacidad de transmitir a las personas enfermedades zoonóticas como la rabia, la tuberculosis, la brucelosis (que causa insuficiencia renal), infecciones por micoplasma (inflamación de articulaciones), dermatitis fúngica, entre algunas otras. Por eso, si te encuentras a uno de estos animales en la orilla, sigue estos consejos:
1. No los toques
A nadie le gusta que un desconocido lo toque. Lo mismo pasa con los animales. Si lo haces, el lobo marino podría estresarse e intentar defenderse. Y créenos: no quieres ver a un lobo de 200 kilos enojado contigo.
2. Mantén la distancia
Los animales marinos pueden transmitirnos enfermedades. ¡Y nosotros también a ellos! Esto no significa que estén enfermos, sino que biológicamente somos distintos.
3. Llama a las autoridades
Avisa al SERFOR (enviando un mensaje vía WhatsApp al 947 588 269 o haciendo clic aquí) o al Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (llamando a la sede central – (01) 7177500) si el avistamiento se produce en un área natural protegida, como la Reserva Nacional de Paracas en Ica, entre otras.
Con estas tres simples acciones y un aviso a tiempo a las autoridades, puedes ayudar a proteger a las dos especies de lobos marinos que viven en nuestras costas.