Te contamos los puntos clave de esta medida aplicada como parte de la Ley de Plásticos que busca reducir la contaminación del mar peruano y sus impactos en la salud.
En agosto empezó a aplicarse el impuesto de S/ 0,10 al impuesto a las bolsas plásticas y los establecimientos ya empezaron a hacer el cobro. Esta es tan solo una de las medidas para reducir los plásticos de un solo uso en el Perú, que conforman la mitad del consumo mundial de plásticos. Sin embargo, ha sido una de las que más ha llamado la atención, así como cierta controversia, al ir directamente al bolsillo del consumidor.
¿Por qué nos cobran una cantidad mayor? ¿cómo se regula? ¿a dónde va este dinero? ¿y las empresas qué harán? ¿Esto acabará la contaminación o es solo una medida simbólica? Respondemos estas y otras preguntas.
En el Perú se consumen casi 6 mil bolsas de plástico por minuto, según el MINAM. / Foto: Enrique Talledo / Oceana
Si el impuesto es de S/.0.10 por bolsa ¿Por qué pagamos más?
La Ley de Plásticos (N.° 30884) señala que este impuesto se sumará al monto que cobre el establecimiento por la bolsa, que será como mínimo una suma equivalente al precio del mercado. Así, por ejemplo, si una empresa cobra S/ 0,20 por cada bolsa que entrega, el consumidor deberá pagar este valor, más el S/ 0,10 de impuesto, por lo tanto, el precio final sería de S/ 0,30.
¿En qué establecimientos me pueden cobrar?
El impuesto se aplica en establecimientos comerciales sujetos al pago del IGV como supermercados y tiendas por departamento
¿Es por todo tipo de bolsas?
El impuesto no se cobrará cuando se trate de bolsas biodegradables que cuenten con un certificado de biodegradabilidad. Sin embargo, estas bolsas también contaminan, ya que para eso necesitan condiciones especiales de luz y temperatura. Se requiere un cambio de hábitos antes que sustitutos que mantengan la incesante demanda.
¿A dónde va esa plata?
Se destinan al tesoro público y su administración le corresponde a SUNAT, pero aún no se le ha dado un destino específico en el presupuesto nacional.
¿Y las empresas, los fabricantes? ¿No harán nada?
Esta no es la única medida de la Ley de Plásticos, de hecho, esta comprende restricciones a las cañitas, los envases de tecnopor, el menaje de plásticos y las botellas de plásticos PET.
Esta regulación establece prohibiciones progresivas para la fabricación, importación, distribución y consumo de estos objetos, así como su reemplazo por alternativas reutilizables. Además, dispone acciones de fiscalización, educación ciudadana y promueve la formalización a los actores de la cadena de valor de plástico como los recicladores.
El consumo promedio de plástico en el Perú es de 30 kg por persona al año, según MINAM. El equivalente a tres balones de gas doméstico. / Foto: MINAM
¿Entonces qué puedo hacer? ¿nunca más recibir bolsas?
Reducir el consumo de plásticos desechables, el que usamos poco tiempo y luego descartamos, debe ser nuestra prioridad. Por eso, usa bolsas de otros materiales como tela, canastas, hasta una mochila o carrito de compras.
Además, no nos conformemos con esta medida, como consumidores podemos exigir a los establecimientos que reduzcan el empleo de plástico innecesario, al no comprar productos plastificados, como las verduras y frutas.
Las bolsas biodegradables no son la solución, se descomponen en microplásticos, invisibles a la vista, pero que contaminan los océanos. / Foto: Enrique Talledo / Oceana
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