junio 11, 2024
La vaquita marina: un peculiar cetáceo que resiste
BY: Oceana
Topics:
El cetáceo más pequeño del mundo está en peligro de extinción y necesita de la cooperación internacional y una pesca consciente para sobrevivir.
Con menos de 1.5 metros de largo y conocida con ese nombre por las manchas negras alrededor de ojos y labios, la vaquita marina (Phocoena sinus) actualmente no supera los 10 ejemplares, según la Marine Mammal Comission. El cetáceo más pequeño del mundo corre el riesgo de extinguirse.
Según la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA) de Canadá, la vaquita marina es muy tímida, por lo que no es común su avistamiento. Sin embargo, se sabe que habita en el norte del Golfo de California. No forma grupos grandes (y si lo hace se conforman por apenas dos ejemplares) y prefiere las aguas turbias de la superficie; raramente se le encuentra en aguas con una profundidad mayor a 50 metros.
Su pequeña talla, sus movimientos discretos cuando sale a la superficie y sus tiempos de inmersión relativamente largos la convierten en una especie difícil de investigar. Ello no ha impedido la realización de estudios científicos y sobre todo la implementación de estrategias para su conservación en el Golfo de California, que comprende tanto México como Estados Unidos.
¿Por qué la vaquita marina está en peligro de extinción?
Pese a que no se tiene la intención de atraparla, la vaquita marina puede quedar enmallada en redes de diversos tamaños, utilizadas especialmente para la pesca de tiburones, camarones, corvinas, caballas, peces sierras, entre otros. En efecto, no solo este animal se ve amenazado por prácticas como esta, sino también otras especies como peces, tiburones, rayas, tortugas marinas, aves, pinnípedos y cetáceos. Aunque es menos frecuente, este pequeño cetáceo incluso puede quedar atrapado en redes de arrastre. Así, la vaquita marina vive expuesta en su propio hábitat por ser un ecosistema altamente productivo y con gran diversidad.
Para evidenciar la dimensión del peligro al que se expone la vaquita marina, se realizó un estudio con el objetivo de cuantificar su mortalidad. En ese sentido, se registraron 11 ejemplares atrapados en 1,113 viajes pesqueros y se calculó que la tasa de mortalidad fue de 39 al año para 1 de las 3 comunidades pesqueras del norte del Golfo de California en los años 1993-1995. La investigación alertó que la mortalidad pudo ser el doble teniendo en cuenta que otra comunidad pesquera mantuvo un nivel similar de actividad pesquera. Lamentablemente, cualquier tasa de mortalidad es impactante para la vaquita dada su población tan escasa.
Una amenaza histórica
Los cetáceos son un grupo fundamental para la cadena alimentaria en los océanos y su presencia indica un ambiente marino saludable. No obstante, algunos de ellos se encuentran amenazados por la contaminación de las aguas, la pesca ilegal, entre otras actividades llevadas a cabo por el ser humano. Así como la vaquita marina lucha por sobrevivir, existen otras criaturas que históricamente han estado amenazadas.
Una de ellas es el delfín de Maui, que habita en la Isla Norte de Nueva Zelanda y que actualmente registra menos de 50 ejemplares. En el año 2000, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) clasificó a esta especie en peligro crítico de extinción. La pesca incidental en redes de malla y arrastre, la colisión con barcos, el deterioro del hábitat, la contaminación acústica, entre otros, son las amenazas que enfrenta.
Si hablamos de cetáceos que estuvieron al borde de la extinción se destacan las ballenas jorobadas. Esta especie estuvo amenazada por la cacería a lo largo de la historia hasta finales del siglo pasado. Desde entonces han estado expuestas a floraciones de algas nocivas, colisiones con embarcaciones y enredos en aparejos de pesca. Actualmente, Perú protege a la ballena jorobada a través del Decreto Supremo Nº 026-2001-PE y con la suscripción en 1986 de la moratoria mundial a la caza de ballenas.
Un cetáceo extinto fue la vaca marina de Steller, que debe su nombre al científico alemán Georg Steller, quien se dedicó a su estudio. Las poblaciones de este animal fueron rápidamente exterminadas por sobreexplotación directa, ya que se estima que una ejemplar podía alimentar a 33 hombres durante un mes. Asimismo, su desaparición se debe a la reducción de las nutrias, una de sus presas, que fueron muy apreciadas por sus pieles gruesas y, por lo mismo, capturadas. Al desaparecer estas, habrían proliferado los erizos, que consumieron grandes cantidades de vegetación sumergida, la dieta principal de la vaca marina de Steller. Esta especie fue declarada extinta en 1768, apenas 27 años luego de su descubrimiento.
La conservación de las especies que habitan los océanos del mundo está estrechamente relacionada con la protección de sus hábitats y las especies que forman parte de su cadena alimenticia, cada uno de esos eslabones cumple un rol fundamental en el equilibrio marino. Así como sucede en la superficie terrestre, en el mar la vida también está conectada.