abril 14, 2025
La interacción entre mantarrayas: relaciones de sobrevivencia
BY: Oceana
El comportamiento colectivo de las mantarrayas es uno de los aspectos más interesantes de la biología marina. La estructura social de las móbulas, pertenecientes a la familia Mobulidae, tiene funciones adaptativas y beneficios como la defensa de depredadores, búsqueda de alimento y transferencia de información.
Los animales con conductas sociales sobreviven gracias a la comunicación y las señales de sus pares, pues esto les permite responder de mejor manera a las oportunidades y amenazas. En el ecosistema marino, las mantarrayas de arrecife (Mobula alfredi) son las que mejor se desenvuelven socialmente. A continuación, se abordan datos relevantes sobre esta suerte de inteligencia colectiva.
Interacción para tomar decisiones
Para relacionarse con otros ejemplares, las mantarrayas Mobula alfredi suelen seguir reglas como la atracción, retroalimentación o alineación. Estas prácticas de interacción sirven para que obtengan información respecto a la toma de decisiones para reducir el riesgo de depredación, aumentar la eficiencia al buscar alimento y mejorar su acceso a parejas posibles y hábitats adecuados. Cabe señalar que los ejemplares Mobula alfredi tienen sentidos agudos que les permiten responder a una serie de señales. Por ejemplo, el olfato es importante en la detección de presas y transferencia de información entre ejemplares, y se ha planteado la hipótesis de que emiten señales químicas, posiblemente feromonas. Según la literatura, las relaciones que forman las mantarrayas con sus compañeros preferidos pueden durar hasta varias semanas.
Desplazamiento y apego
Se ha documentado que las mantarrayas de la especie Mobula birostris realizan movimientos migratorios de cientos de kilómetros. Los desplazamientos grupales son importantes para mantener la transferencia de información y el flujo genético. Asimismo, esta especie visita de día zonas naturales de alimentación, con preferencia por el zooplancton. En estos espacios participa en interacciones reproductivas y sociales. Así como pueden hacer desplazamientos de largas distancias, también se ha encontrado que las mantarrayas tienen altos niveles de residencia y apego al sitio, especialmente a zonas poco profundas y costeras, y a los puntos de alimentación.
Movimientos de cortejo
Las mantarrayas Mobula alfredi utilizan posturas corporales y movimientos de aletas como señales durante el cortejo. Los machos “persiguen” a las hembras antes de copular a través de varias etapas, lo cual es un indicador de su conducta de apareamiento. Durante la persecución, los machos disminuyen su velocidad de nado mientras siguen a una o pocas hembras. Esto demuestra que, durante el comportamiento de cortejo, se registran cambios de dirección y velocidad. Además, la evidencia sugiere que los machos que llevan a cabo la persecución tienen mayores niveles de liderazgo y son capaces de mantener la cohesión de un grupo.
Importancia del líder
El rol del líder tiene gran relevancia para el comportamiento social y no siempre el mismo ejemplar asume este papel, sino que es una práctica dinámica. Cuando todo el cardumen lo sigue, la velocidad promedio de nado suele incrementar. Las mantarrayas Mobula alfredi que asumen el liderazgo guían a las demás hacia áreas de alimentación y refugio, y les comunican sobre los peligros. Los líderes también pueden proteger a los seguidores de los depredadores, lo que confirma que en esta especie la relación líder-seguidor podría ser más eficiente que las prácticas de sobrevivencia realizadas de manera independiente.
Relaciones sociales en riesgo
Como se ha podido ver, el desempeño colectivo de las mantarrayas Mobula alfredi es fundamental para asegurar su bienestar, pero puede verse afectado por las actividades humanas. El tráfico marítimo en áreas de alta presencia de mantarrayas incrementa su vulnerabilidad a colisiones con embarcaciones y lesiones por hélices. Otra acción humana que perturba la estructura social de esta especie es el turismo de buceo recreativo, pues puede alterar comportamientos colectivos con funciones importantes como el cortejo y la alimentación.
Con el fin de mitigar el grado de afectación a las relaciones sociales de las mantarrayas Mobula alfredi, se puede sugerir el establecimiento de protocolos más estrictos en las zonas que rodean las estaciones de limpieza, que incluyan restricciones de velocidad de las embarcaciones y de la cantidad de personas que hacen turismo de buceo recreativo. También se puede brindar información sobre el comportamiento colectivo de estas mantarrayas a buceadores y operadores turísticos de buceo recreativo. Finalmente, en las poblaciones menos protegidas, los ejemplares pueden correr el riesgo de ser capturados por las pesquerías. Por ello, el seguimiento de los cambios a largo plazo en la estructura social de tales mantarrayas ofrecería información para identificar y evitarles perturbaciones como producto de la pesca ilegal o el turismo de buceo recreativo no regulado.