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abril 20, 2023

La guerra avisada del Niño Costero y El Niño: ¿estamos preparados?

BY: Oceana

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Crédito: El País

Este año, el calentamiento de las aguas superficiales del mar peruano estaba previsto hasta marzo, pero según ha informado el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), este evento anómalo probablemente continuará hasta finales del mes de julio. El Niño Costero se ha afianzado las últimas semanas, pero aún queda pendiente definir su magnitud. Según la Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina de Guerra del Perú, frente a Salaverry en La Libertad, se han registrado hasta 8 grados más sobre los valores normales.

El Niño Costero, que afecta el Pacífico tropical a las costas de Perú y Ecuador, se caracteriza por un calentamiento anómalo del océano y, como lamentablemente lo han recordado las imágenes de los últimos meses, suele tener graves consecuencias humanas y materiales. Las lluvias intensas y prolongadas causan gigantescas inundaciones y dañan viviendas, cultivos y vías de transporte. Miles de personas abandonan sus hogares para buscar refugio. La economía pesquera se ve dañada porque estos eventos pueden obligar a cerrar puertos, afectar las infraestructuras e interrumpir el abastecimiento y el transporte.

Imagen del calentamiento del mar al 4 de abril del 2023 | Fuente: Nasa

Pero cabe recordar que, además, El Niño también puede tener efectos globales. Se le conoce coloquialmente como Niño Global (y se prevé que sus efectos lleguen a nuestro país entre diciembre de 2023 y enero de 2024). Dependiendo de su intensidad y duración, puede influir en sequías de otras partes del mundo, en el aumento de la temperatura global, en el cambio de los patrones del viento que afectan las corrientes oceánicas, en la disminución de la población de ciertas especies de peces.

La gestión de las crisis generadas por las lluvias este año demuestra que, a pesar de que los desastres similares a este son reiterados en el Perú, la prevención de estos no ha sido una prioridad.  Hasta mediados de abril, el Instituto Nacional de Defensa Civil calculó que las lluvias habían causado 84 muertes, 47 000 damnificados y 280 000 afectados. Los daños materiales ascienden a 6 107 viviendas destruidas, 11 827 inhabitables y 112 000 afectadas, así como el daño de 2 343 aulas y 11 centros de salud destruidos. El COEN calcula que en la costa norte y sierra del país hay 573 distritos en riesgo ante deslizamientos, huaicos u otro tipo de movimientos de masas.

Y ahora, ante la confirmación que el calentamiento del mar se prolongará hasta mitad de este año, el ministro de Defensa, Jorge Chávez Cresta, afirmó que poco es lo que se puede hacer: “no tenemos tiempo de acá hasta junio para hacer obras de prevención. No lo tenemos, lo que debemos hacer ahora es aguantar y soportar la contingencia y proteger a nuestra población”, dijo en un dominical.

Cabe recordar que distintas instituciones como la Organización Meteorológica Mundial o la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas recomiendan establecer sistemas de alerta temprana para poder tomar medidas con anticipación, planificar el uso del suelo en las zonas costeras para evitar la construcción en zonas vulnerables a inundaciones y deslizamientos de tierra, el desarrollo de infraestructuras resistentes (muros de contención, sistemas de drenaje y puentes elevados) que puedan minimizar los efectos del Niño, así como educar y capacitar a la población sobre los riesgos y las medidas preventivas.

Son demasiadas las ocasiones en las que el Perú ha tenido la oportunidad de implementar mejores políticas de prevención de desastres. De hecho, en su informe Lecciones Aprendidas del Fenómeno El Niño Costero 2017 en el Perú, la representante en el Perú del Programa Mundial de Alimentos señala: “si no fortalecemos las capacidades para hacer frente a los desastres, corremos el riesgo de retroceder en los logros obtenidos. Una inundación, un terremoto, un huaico pueden borrar en pocos minutos el progreso y la inversión social de décadas”. Recordemos: entre los meses de enero y abril del 2017, el Fenómeno del Niño Costero afectó a 1.7 millones de personas en el Perú y en algunos casos las dejó sin vivienda, limitó sus medios de vida y tuvo un impacto significativo en comunidades enteras que se vieron obligadas a desplazarse momentánea o permanentemente.

Crédito: Infobae

Por ahora, el Gobierno ha anunciado ciertas medidas. El trabajo preventivo y de atención incluirá a la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales, la Asociación de Municipalidades del Perú y la Red de Municipalidades Urbanas y Rurales del Perú. El Ministerio de Economía y Finanzas ha elaborado un plan de reactivación rápida. INDECI renovará su equipo de ayuda alimentaria y no alimentaria. La Autoridad Nacional del Agua (ANA) hará estudios de las cuencas para definir su habitabilidad. La Autoridad para la Reconstrucción con Cambios priorizará la prevención en su trabajo logístico. Y se capacitará al personal de las municipalidades a fin de dar una respuesta inmediata frente a las emergencias.

¿Estamos preparados para El Niño Costero de este año? Hacer frente de la mejor manera a los desastres naturales es un compromiso plasmado en el Acuerdo Nacional, en el Plan Bicentenario y en el Plan Nacional de Gestión de Riesgos de Desastres, en el marco de la Agenda de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas al 2030. Es urgente este cumplimiento porque cada vez será más trascendental para el desarrollo del país. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, los desastres desencadenados por peligros naturales se están incrementando en la región de Latinoamérica de manera alarmante, tanto en frecuencia como en intensidad.

Como indicó el INDECI en el documento Lecciones Aprendidas…: “resulta preocupante que en sucesivas emergencias se repitan las mismas recomendaciones, que ponen en cuestión la habilidad del país de aprender de sus propias lecciones y experiencias”.

Desde Oceana estamos comprometidos a seguir facilitando información científica con el fin de contribuir a la prevención de tragedias climáticas en el país.