diciembre 19, 2023
Informe | Evaluación de la segunda temporada de pesca de anchoveta: Stock Norte-Centro
BY: Oceana
Por: Juan Carlos Riveros, director científico | Juan Carlos Sueiro, director de pesquerías
Han transcurrido 9 semanas desde el inicio de la segunda temporada de pesca del stock norte-centro de anchoveta para producción de harina de pescado. Mediante la Resolución Ministerial 358-2023-PRODUCE se estableció un límite máximo de captura (cuota) de 1 millón 682,000 toneladas. Además, esta temporada fue antecedida por una pesca exploratoria de 5 días.
En este reporte analizamos el desempeño de la actividad pesquera en base a las estadísticas de desembarcos, los reportes de incidencia de juveniles y los cierres preventivos dictaminados por PRODUCE. Una de las principales fuentes de información empleada para este fin son los reportes diarios de la actividad pesquera que publica IMARPE.
Esta temporada se desarrolla en un contexto bastante difícil para la flota industrial por las condiciones oceanográficas negativas para el desarrollo del stock de anchoveta en nuestro litoral. Debido a esta condición y luego de dos pescas exploratorias con resultados negativos, PRODUCE no autorizó el inicio de la primera temporada de pesca de este año. Esta es la primera vez en este siglo en el cual no se ha abierto una primera temporada lo cual conlleva graves consecuencias económicas y sociales.
Además, se debe considerar que desde hace ya varios años las evaluaciones de stock realizadas por IMARPE revelan una proporción creciente de ejemplares juveniles (menores a doce centímetros) (Figura 1 y Tabla 1) lo cual amerita una evaluación profunda de las razones de este cambio y como esto podría afectar la sostenibilidad de recurso y de su pesca. La anchoveta sustenta una de las principales pesquerías a nivel mundial (alrededor del 6% de los desembarcos globales) y además es un elemento fundamental en la red alimenticia del ecosistema marino de la corriente fría peruana. Muchas de las especies objetivo de la pesquería artesanal se alimentan de anchoveta en alguna parte de su ciclo de vida.
También se ha documentado la reducción progresiva del contenido graso de la anchoveta (Figura 2). Esto tiene varias implicaciones para el rendimiento en el proceso de producción de harina de pescado, la calidad nutricional para las especies que se alimentan de ella, pero sobre todo para la producción de huevos y el éxito reproductivo de la especie.
En este contexto se han aventurado opiniones al respecto de reducir la talla mínima de pesca pues hay evidencia de que anchovetas de menor tamaño también se reproducen. Una decisión de esta magnitud demanda no solo mayor investigación sino además una discusión amplia sobre las potenciales consecuencias ecosistémicas. Existe un grave riesgo de comprometer la sostenibilidad de otros recursos pesqueros e incluso a la biodiversidad marina como las aves guaneras y otras especies que sustentan la alimentación, la oferta gastronómica, el turismo y demás actividades que son la base de las economías locales.
Al 17 de diciembre de 2023, y según datos del IMARPE, se han desembarcado aproximadamente 1’088,564 toneladas, lo que representa el 64.7% de la cuota establecida. Además, se aprecia una tendencia creciente a registrar un mayor número de ejemplares juveniles en las descargas (Figura 3). Hasta el 13 de diciembre el porcentaje de juveniles alcanzaba el 32.4% del total desembarcado en peso y 41.4% en frecuencia. Estos valores son los más altos registrados en los desembarcos del stock-norte centro desde el año 2016 (Tabla 2) con excepción de las pescas exploratorias del invierno pasado.
Con la finalidad de reducir la incidencia de juveniles en las descargas se han cerrado hasta el dieciocho de diciembre ciento dos (102) zonas a la pesca mediante comunicados de Suspensiones Preventivas emitidos por la Dirección General de Supervisión, Fiscalización y Sanción de PRODUCE. Una parte de estos cierres son recurrentes en las mismas zonas por lo cual convendría que IMARPE y PRODUCE evaluaran extender las áreas geográficas y ampliar los tiempos de cierre para que cumplan su propósito de reducir la pesca de juveniles. Por su parte, algunas empresas privadas han suspendido operaciones temporalmente por la dificultad de obtener el recurso en cantidad y calidad suficiente para que la actividad sea rentable.
Por otro lado, como señaló IMARPE en el reporte “Situación del stock norte-centro de la anchoveta peruana (Engraulis ringens) al 15 de octubre y perspectiva de explotación para la segunda temporada de pesca de 2023” se han identificado algunas anomalías en la composición del stock. Se han encontrado muy pocos individuos de alrededor de 8 cm de longitud, los que corresponderían al proceso reproductivo del verano 2023. Esto se debería principalmente a las condiciones adversas generadas por El Niño costero para el éxito reproductivo de la especie lo que llevó a una escasa producción de huevos. Esto implica que esta clase de edad no estaría disponible en el verano 2024 por lo cual serían los individuos de más de un año, nacidos en la primavera del año 2022 los que sustenten la pesca de esta temporada y la primera del 2024. IMARPE señala que “es necesario tomar previsiones para no agotar dicho grupo de edad”. En la práctica, esto significa que incluso la porción adulta del stock podría estar en riesgo.
Además de la alta frecuencia de juveniles que se han descargado en diversos puntos de la costa (Figura 4), los pescadores industriales están reportando con mayor frecuencia en redes sociales el enmallamiento de individuos de tallas muy pequeñas, generalmente entre 6 y 9 cm. El enmalle de anchoveta rara vez se registra en el programa de bitácoras de pesca de las embarcaciones, ni en el muestreo realizado en las plantas pesqueras, ni en el programa de inspección a bordo implementado por PRODUCE.
Las mediciones y los informes de captura de anchoveta se obtienen de las anchovetas envasadas, es decir, aquellas que ingresan a la bodega de las embarcaciones pesqueras (la muestra recogida por el “absorbente” se toma cuando caen a la bodega) y durante las supervisiones en las plantas. Como resultado, las anchovetas de pequeño tamaño que quedan atrapadas en las redes de cerco no se registran en las estadísticas oficiales proporcionadas por IMARPE y PRODUCE. Esta situación tampoco es nueva y requiere una revisión detallada para mejorar la documentación y estimación de la magnitud del problema, particularmente si continúan cambiando las condiciones oceanográficas en el mediano plazo.
Finalmente, en el contexto de incertidumbre que nos plantea el desarrollo del Niño, la delicada condición del stock y los desafíos de la pesca (cierres frecuentes, enmallamientos, menores rendimientos), es conveniente evaluar responsablemente la continuidad de la presente temporada de pesca. Del mismo modo se deben afianzar mecanismos de comunicación dirigidos a los pescadores quienes han demostrado legítima preocupación por el futuro de la pesca y merecen recibir atención y respuesta a sus reclamos. Es preciso, además, que PRODUCE o el IMARPE publiquen cuál es el límite global permitido de descarga de juveniles para esta temporada. En las condiciones actuales la transparencia es fundamental para reducir la desconfianza en las medidas de manejo de parte del Estado.