¿Estamos preparados para un próximo derrame? - Oceana Peru
Inicio / Blog / ¿Estamos preparados para un próximo derrame?

noviembre 30, 2022

¿Estamos preparados para un próximo derrame?

BY: Oceana

Topics: 

Crédito: Alonso Molina

A poco más de 10 meses del derrame de petróleo de Repsol en el mar peruano, conversamos con Juan Carlos Riveros, director científico de Oceana Perú, quien hace un análisis de lo que se pudo hacer y no se hizo. ¿Hemos aprendido algo de todo esto?

Marcos tiene 27 años, es pescador de Pasamayo y acaba de recibir parte de la indemnización que da Repsol por haber contaminado el mar donde pescaba para vivir. Ahora tiene algo de dinero, pero no tiene un panorama claro de qué será de su vida sin el mar. La historia de Marcos es solo una entre las más de 20 mil personas afectadas por el derrame de petróleo de Repsol en Ventanilla el pasado 15 de enero.

Mientras se realiza esta entrevista, cientos de pescadores protestan frente al Congreso de la República y las oficinas de Repsol en San Isidro, evidencia de que los mayores afectados no están satisfechos con el accionar del Estado, ni mucho menos con el de la empresa. Juan Carlos Riveros, director científico de Oceana, pone en palabras lo que ha ocurrido en estos diez meses. Aquí sus declaraciones.

Si mañana volviera a ocurrir un desastre ecológico similar al del Repsol, ¿lo haríamos mejor?

Por lo que veo, no.

Crédito: Alonso Molina

¿Qué ves?

Veo a personas en cargos políticos y técnicos sin la preparación adecuada. Cuando ocurrió el derrame muchas autoridades no tenían idea de qué hacer. La Autoridad Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR) despidió a 50 personas de la noche a la mañana. Tuvo que llegar la ONU un mes después para llamarle la atención al Estado por no poner en marcha un modelo de manejo de emergencias (SINAGERD), que fue diseñado para atender desastres naturales.

Actualmente la empresa habla de un acuerdo final de compensación para los afectados. ¿Sabemos de qué se trata?

Repsol ha hecho un estimado de cuánto dinero han perdido las personas afectadas y cómo se verá reflejado esto en su futuro; pero nadie conoce el modelo económico que ha usado para llegar a esa cifra. Recordemos que los afectados son personas que no tienen apoyo legal del Estado y pueden ser víctimas fáciles de acuerdos injustos. Además, frente a la incertidumbre sobre su futuro, son susceptibles de aceptar una oferta económica que les solucione sus urgencias inmediatas.

¿Qué ha dicho el Gobierno al respecto?

Luego de casi 10 meses el silencio del Gobierno parece cómplice. Salvo el OEFA, SERFOR y SERNANP, que son los organismos que han presentado al menos 16 procesos sancionadores a la empresa; el Poder Ejecutivo, incluidos los ministerios de Ambiente y Producción, no han dicho nada. Y mientras tanto más de 20 mil personas que vivían del mar y la playa, no saben cuándo podrán volver a trabajar.

¿Cuál es la perspectiva que tenemos de la limpieza del mar?

No es halagadora. Según las Naciones Unidas la recuperación total de los lugares impactados podría tardar entre seis y diez años. Por otro lado, Repsol dice que ya terminó de limpiar y el OEFA lo desmiente. La mancha de crudo no es algo que se vea a simple vista como una mancha homogénea; el petróleo ya se encuentra en el fondo moviéndose con las corrientes. Hay buzos locales que han vuelto a pescar por necesidad, y cuando salen del mar su cuerpo está lleno de manchas de petróleo.

Junto a Oceana, estuviste presente en las playas los primeros días del derrame. ¿Qué sensación te dejaron?

Me dejó la sensación de desorganización. Por un lado, estaban los voluntarios que sacaban aves del mar; por otro lado, los encargados de la limpieza, protegidos solamente por un overol y una mascarilla KN95, y que solo tenían un recogedor para limpiar. Por otro lado, llegaban políticos a tomarse fotos y la prensa. Al final del día los afectados regresaban a su casa con una selfie del político de turno, pero sin nada para alimentar a sus hijos. Sin embargo, reconozco que hubo muchos voluntarios jóvenes organizados por SERNANP que ayudaron en el rescate de los animales.

 ¿Cuál fue mayor error que desató el desastre?

La prevención, sin duda. En los planes de emergencia que tenía Repsol ante un posible evento como este, se describen los escenarios y las zonas afectadas; pero a pesar de todo eso, la empresa no estaba preparada. Es como ir a un cine donde tienen un excelente plan de emergencia, pero no cuentan con los extintores necesarios y las puertas de emergencia están bloqueadas. Eso revela dos cosas de Repsol: la primera, que sabía lo que podía pasar; y la segunda, que no tenía el equipo necesario para afrontar esta emergencia.

Por ejemplo.

Por ejemplo, recién después de dos semanas se contrataron a empresas especializadas en limpieza de desastres de esta magnitud. También casi dos semanas después entraron por aduanas los skimmers y varios de los equipos necesarios que se necesitaban para comenzar a limpiar el mar. Es decir, estaban trabajando sin estar preparados por lo que podría ocurrir. Otra cosa importante: si Repsol hubiera utilizado válvulas breakaway (válvulas de cierre automático ante desprendimientos fortuitos) nada de esto hubiera ocurrido. Y aunque el uso de esta válvula no es obligatorio en el Perú, sí refleja un patrón de comportamiento de la empresa privada por hacer lo mínimo necesario para cumplir la ley.

Crédito: Alonso Molina

¿Qué le falta por limpiar a Repsol?

Aun cuando Repsol dice que ya terminó, el OEFA le ha dicho que no, que les faltan 69 sitios por limpiar. Además, todavía deben presentar un plan de rehabilitación que debe ser público, porque este tipo de operaciones implica técnicas de enriquecimiento del hábitat con bacterias u organismos que se encargan de “comerse” el crudo de petróleo, pero no sabemos si eso está dentro de sus planes.

¿Por qué Pasamayo es un caso especial en la limpieza?

Pasamayo es un tema particularmente complicado. En los acantilados y cuevas aún se puede ver petróleo, pero las condiciones de acceso son complicadas y peligrosas. Lo que se hace en esos casos, es considerar la zona como zona de sacrificio, es decir en donde no se realizan actividades de limpieza directa, pero sí se monitorea constantemente para que, conforme el crudo vaya saliendo, este sea retirado. Pero nada de eso ha ocurrido.

¿Cuáles han sido las consecuencias de la politización del derrame?

Las consecuencias han sido la contaminación del mar, la muerte de miles de animales y la alteración de la vida normal de miles de peruanos. Por ejemplo, ahora mismo hay una protesta de pescadores en el Congreso porque se rechazó el debate del informe técnico sobre el derrame. ¿Por qué se rechazó? Porque tenía una alta carga política con las que puedes estar o no de acuerdo, pero que distraen del tema principal. Este era un informe técnico que tardó cinco meses para nada. Mientras tanto, hay más de 20 mil personas que no saben si este verano volverán a trabajar en la playa. Y ya no falta nada.

¿Qué cosas se deberían hacer para que esto no se repita?

Para que esto no se repita el Estado debería tener 40 skimmers y todo el equipo necesario para contener este tipo de derrames, y no esperar a que la empresa lo haga cuando pueda. Y las empresas deben estar preparadas y tener mejores reflejos ante estas situaciones. También deberíamos estar mejor organizados y poner a profesionales competentes en puestos claves del Estado para tomar decisiones acertadas de manera oportuna. En este tipo de hechos las primeras 48 horas son muy importantes y no podemos poner en juego el cuidado del mar, su ecosistema y el trabajo de miles de personas.

Crédito: Alonso Molina