mayo 9, 2017
9 señales de que siempre fuiste un defensor del océano (y aún no lo sabes)
BY: Oceana
El amor no se demuestra siempre a través de grandes gestos. Es más, son esos pequeños detalles de todos los días, los que hacen la diferencia. Así que, puede ser que ya lo sepas, o puede ser que leyendo esta lista te identifiques con varios -y todos- los puntos que delatan tu amor por el mar. Haz la comprobación al checklist.
1. Solo ver el mar te deja una sonrisa en la cara
Vives en la ciudad y a cualquiera eso lo agobia. El tráfico te pone de mal humor, el ruido te da dolor de cabeza. Pero basta con asomarte al este para ver al magnífico Pacífico. Verde azulado en la mañana, brillando a la puesta del sol o inseparable del cielo en la hora azul, todo lo que necesitas para olvidarte de tus problemas en la ciudad es ver el mar.
2. Te molestas cuando tus amigos dejan basura en la playa
Ir a la playa con tu grupo de amigos es uno de tus planes favoritos del verano. Comer un ceviche debajo de la sombrilla, acompañado de chelas y, por su puesto, un helado de postre. Por ahí tienes suerte y pasa alguien vendiendo barquillos. Todo esta maravilloso hasta que ves a los típicos amigos escondiendo el palito de helado en la arena o levantando sus toallas, pero dejando atrás las botellas y latas. Claro que tú eres el primero en decir “recojan TODO”.
3. Preguntas por la pesca del día en los restaurantes
Ya sea que tu plato ideal es un ceviche, un saltado o un escabeche, te ríes cuando escuchas a tus amigos decir que el pescado “tiene que ser blanquito blanquito”. Tu sabes que la pesca del día es lo más fresquito que hay, sabroso y perfecto para ese plato que te tiene antojado hace días. Además, es responsable y económico, qué mejor que alimentar tu cuerpo mientras cuidas tu bolsillo.
4. Corriges a todos los que dicen que el mar se limpia solo
Nada te desespera más que escuchar a esos que afirman, como si el mar estuviera programado, que no importa cuánta basuras le tires, este se limpia solito. Lo aguanta todo. Tú sabes que no es cierto y no lo soportas quedarte callado. Así que le cuentas a todos la verdad, el mar no se limpia solo y mientras más basura le tiremos, en mayor peligro lo dejamos. Y al final, eso nos pone en peligro a nostros mismos.
5. Respetas las vedas
Y exiges que las respeten!
Te deja un sonrisa enrome entrar a restaurantes que anuncian vedas y sugieren alternativas. Tu haces lo mismo con tus amigos… pobre del que te lleve la contra.
6. Curas tus heridas en el mar
No es mentira que el agua salada cura las herida. Te has metido al mar y esas heridas superficiales, como cortes, que tenías se han sanado. Pero también se han sanado malestares emocionales. No sabes si es por la sal, los minerales, el agua fría o todo combinado, pero la prueba es que cada vez que sales de un chapuzón te sientes renovado, energizado, feliz y lleno de vida.
7. Todo el tiempo piensas en meterte al mar
En verano o invierno, vacaciones o en el trabajo, siempre encuentras un motivo para sumergirte. Para ti no existen excusas porque, realmente, nada te hace más feliz que meterte a al mar. A nada, a correr, a revolcarte. Es tu lugar favorito. ¿Imaginas que puedes teletransportarte?
8. Estas leyendo esto
¿Necesitamos explicarlo? Está claro que llegaste a Oceana porque adoras el mar y quieres cuidarlo. Que alegría hacer esto juntos
9. Vas a compartirlo con tus amigos
Alguien que ama el mar tanto como tú sabe que para seguir disfrutándolo debe cuidarlo. Y mientras más seamos, mas fuerte será nuestra voz. Invita a tus amigos a informarse y hacer olas con nosotros. No esperes más, únete a Oceana