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octubre 10, 2024

¿Cómo nos afecta el aumento del nivel del mar?

BY: Oceana

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Derretimiento de iceberg en la Antártida | Crédito: Mozgova

A nivel global, el aumento del nivel del mar impacta sobre los ecosistemas costeros y pone en riesgo a las ciudades que se ubican en el litoral. Este fenómeno, provocado por la expansión térmica de los océanos y pérdida de los glaciares, ha sido descrito por la ONU como una “amenaza urgente y creciente”.

Uno de los efectos de la crisis climática es el aumento del nivel del mar, que tiene repercusiones sobre los océanos y las ciudades costeras. Esta alteración supone un gran desafío para las economías de los países y acciones de conservación, pues las proyecciones son negativas para los próximos años. Si no se mitiga el impacto del aumento del nivel del mar, las pérdidas ecológicas y materiales serán inevitables.

Ciudades en riesgo

Mundialmente, el 38% de la población habita las zonas costeras, lo que supone una contribución importante a la economía. Se estima que alrededor del 70% de las megaciudades se encuentra a menos de 60 kilómetros de la costa y aporta al 50% del PBI mundial. Esta fuerza productiva es de gran importancia para las economías nacionales y el comercio internacional.

Sin embargo, las ciudades costeras enfrentan el riesgo del aumento del nivel del mar. Desde el inicio del registro científico en 1880, el nivel medio global del mar ha aumentado más de 20 centímetros y seguirá incrementando en el futuro. En ese sentido, el 6º Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) alertó la gravedad de este fenómeno y señaló la necesidad de tomar medidas inmediatas.

Si no se protegen las costas, las inundaciones por el aumento del nivel del mar podrían afectar al 48% de la superficie terrestre global, al 52% de la población mundial y al 46% de los activos mundiales para el año 2100. En este contexto, el desarrollo socioeconómico de las ciudades costeras a largo plazo es incierto, considerando la cantidad de bienes y servicios que pueden dejar de producir.

Perú se encuentra entre las comunidades costeras del océano Pacífico en riesgo por el aumento del nivel del mar. No obstante, aspectos geográficos como el movimiento convergente de las placas tectónicas generan que la crecida del nivel del mar no sea tan acelerada como en otros lugares.

De acuerdo con Juan Carlos Riveros, director científico de Oceana Perú, el desplazamiento de las placas tectónicas frente al litoral nacional causa la elevación del terreno, lo que contribuye a reducir el impacto del aumento del nivel del mar. Por ejemplo, en otras partes del mundo como Alaska y California, el desplazamiento de las placas tectónicas provoca la elevación de la tierra.

Amenaza para las especies

Los estudios científicos evidencian los impactos negativos del aumento del nivel del mar sobre los ecosistemas, incluyendo daños en los hábitats y en la flora y fauna. En el caso de las islas, se estima que entre el 6% y 19% quedarían completamente sumergidas ante escenarios de incremento del nivel del mar de 1 a 6 metros. Así, se estima que podrían extinguirse 28 especies endémicas si el nivel del mar crece 1 metro, mientras que 337 dejarían de existir si hay un aumento de 6 metros.

Ante el riesgo de inundaciones debido al aumento del nivel del mar, algunas de las especies amenazadas son las aves que anidan en deltas y estuarios, cuyas poblaciones estarían obligadas a desplazarse. Por su parte, las tortugas marinas también se verían afectadas, puesto que el aumento del nivel del mar inundaría sus áreas de anidación. Se estima que este fenómeno perjudicará en los próximos años a playas importantes para la reproducción de tortugas, ubicadas en Estados Unidos, Australia, República Dominicana y Costa Rica.

Otras especies en riesgo son las que habitan en ecosistemas sensibles a la crecida del nivel del mar. Así, las gaviotas, garzas y cigüeñas de las marismas, y los crustáceos, peces y moluscos de los manglares tendrían más dificultades para subsistir conforme el agua del mar avanza e inunda estas zonas húmedas. Este “ahogamiento” de marismas y manglares implicaría la pérdida del hábitat y presión sobre las especies señaladas para migrar a otros ambientes en busca de mejores condiciones.

Enfrentando el aumento del nivel del mar

Si bien el aumento del nivel del mar es un reto a nivel mundial, sus efectos son distintos en cada región debido a las variaciones de la superficie costera y los cambios causados por las actividades humanas. Por ello, una propuesta de solución única no es recomendable para las comunidades costeras tan heterogéneas, sino que se debe adaptar a las particularidades de cada lugar.

Una de las respuestas para enfrentar el aumento del nivel del mar gira en torno a la infraestructura, que puede clasificarse en 2 tipos. Por un lado, la infraestructura verde se refiere al uso de sistemas naturales para proteger las costas de los daños causados por el aumento del nivel del mar, como por ejemplo la restauración de arrecifes de coral, manglares, conservación de humedales costeros y regeneración de playas. Por otro lado, la infraestructura gris consiste en la construcción de estructuras como diques, espigones y rompeolas.

Dado que el aumento del nivel del mar es un efecto de la crisis climática, las soluciones también se deben basar en la reducción de gases de efecto invernadero. Una de las industrias que más produce este tipo de contaminación es la del petróleo. Para lograr reducir la polución, además de ajustes drásticos en el sector industrial, también existen estrategias en menor escala como calcular nuestra huella de carbono para detectar las fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero que tenemos en el hogar, plantar árboles para que absorban dióxido de carbono, mantener la temperatura de la casa entre los 18 y 23 grados centígrados, entre otras.

La transición a fuentes de energía limpias es otra medida contra el cambio climático, por ello es importante apostar por la instalación de paneles solares. Esta medida produce energías inagotables, puesto que se genera a partir de un fenómeno natural como el viento. El reto es que cada vez más este tipo de energías sean asequibles para la población.

No obstante, el éxito de una estrategia de protección sostenible de las costas dependerá de aspectos técnicos y socioeconómicos. Comprender esto será fundamental para que los Gobiernos y responsables de políticas apliquen medidas efectivas para una solución viable. El riesgo que hoy enfrentan las comunidades costeras por el aumento del nivel del mar ya no es un problema del futuro, sino del presente.