noviembre 18, 2015
Segunda temporada de pesca de anchoveta, un autogol contra la sostenibilidad del mar
BY: Oceana
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El mundo enfrenta hoy un Fenómeno de El Niño que se encuentra entre los más fuertes de los últimos 400 años, y Perú será uno de los más afectados con este evento que nace en el mar, sube las temperaturas de nuestras costas y altera el comportamiento de muchas especies marinas. Sobre todo de la anchoveta, que busca su acostumbrado hábitat frío: Ese pequeño pez da de comer a muchas otros que viven en nuestro mar y que terminan en tu mesa gracias al trabajo de los pescadores.
Pero en vez de protegerla, estamos haciendo todo lo contrario. Esta semana el Ministerio de la Producción (PRODUCE) autorizó la segunda temporada de pesca de este recurso en el litoral centro-norte, para ello se basó en unreporte de síntesis preparado por el Instituto del Mar del Perú (IMARPE) que si bien presenta todos los argumentos para no pescar más anchoveta, concluye, en un giro inesperado, en recomendar una cuota de 1.1 millones de toneladas métricas (TM) del recurso.
¿Cuáles fueron esos argumentos? Aquí te mostramos:
1. Las anchovetas están flacas. Meses de mala nutrición debido a las condiciones del mar relacionadas a El Niño: Mayor temperatura del mar, reducción del afloramiento e ingreso de aguas pobres en nutrientes. Como consecuencia su contenido de grasa y bienestar físico están por debajo de los valores históricos. Entonces, se va a necesitar más anchovetas para pescar el volumen acostumbrado en condiciones normales. Esto implicará pescar casi el doble de individuos y tendrá serios impactos sobre la capacidad de recuperación de esta especie.
2. Quedan en el mar anchovetas muy pequeñas para ser pescadas, los llamados juveniles, peces que aún no llegan a su edad adulta. El IMARPE encontró que el 28% de la biomasa (y el 64% en número de individuos) son juveniles (mide menos de 12 cm de largo). Es decir que de abrirse la pesca la posibilidad de capturar juveniles es muy alta y aún cuando la legislación permite tomar hasta un 10% en número como captura incidental el impacto sobre la población será enorme. Peor aún, múltiples evidencias de anteriores temporadas de pesca señalan que muchas veces se capturan juveniles en exceso y para evitar multas se les descarta en mar abierto.
3. Aún no terminan de reproducirse. La reproducción de invierno se retrasó en cerca de un mes y se espera que esté por terminar, pero no hay evidencia concluyente de que así sea. De acuerdo a las normas de manejo no se deben pescar individuos durante la reproducción porque se afecta la recuperación del recurso. ¿Estamos listos para controlar la pesca de desovantes? ¿Se cerrarán las capturas temporalmente si se registra este hecho?
4. Se ha empleado una metodología no probada, nueva, sin estudios de apoyo ni validez estadística suficiente (lo indican los propios especialistas del IMARPE) para calcular una biomasa de 6.07 millones de TM. Es más, se recurre a otra metodología denominada Balance Poblacional que para los técnicos de IMARPE no es viable porque no se cumplen principios básicos para su aplicación.
5. El Niño continuará a lo largo del verano, pero al momento de recomendar una cuota de extracción se olvidaron de lo precautorio y en apariencia las anchovetas viven en las mejores condiciones del mundo y sobrevivirán sin mayores contratiempos a un evento El Niño cuyos mayores impactos recién estaremos viendo este verano y que apunta a ser uno de los más fuertes del último siglo.
En resumen, se está justificando una medida de extracción con los argumentos que deberían servir para descalificarla. Los más perjudicados aparte de la anchoveta serán los pescadores artesanales que tendrán menos pesca al reducirse el volumen de peces grandes que se alimentaban de esta especie. Esperemos pues al verano y gocemos de los últimos cebiches mientras todavía haya pescado para hacerlo.